Parásito de la malaria mutó en África

http://www.eluniversal.com.mx


El genoma del parásito causante de la forma más letal de la malaria sufrió más mutaciones en África que en Asia y Oceanía, lo que podría explicar su mayor resistencia a los tratamientos, informó hoy la revista científica Nature.

Expertos del instituto Wellcome Trust Sanger(Hinxton, este de Inglaterra) y de la Universidad de Oxford estudiaron las diferencias regionales del genoma del Plasmodium falciparum, el parásito causante de la forma más letal de la malaria para los humanos, que se transmite por la picadura de un mosquito.

Para ello, los científicos analizaron 227 muestras de sangre extraídas de 290 pacientes de clínicas de Burkina Faso, Camboya, Kenia, Mali, Papúa Nueva Guinea y Tailandia.

Los expertos tratan de descubrir así las diferencias genéticas entre los parásitos responsables de la malaria que puedan tener una repercusión sobre el control de la enfermedad, como aquellas mutaciones que les hacen más resistentes a los tratamientos.

"Uno de los principales obstáculos a la hora de controlar de forma efectiva la malaria es que el genoma de su parásito evoluciona continuamente, lo que le permite invadir el sistema inmune de los humanos y desarrollar nuevas formas de resistencia a los fármacos", detalla en su artículo el investigador Dominic Kwiatkowski.

Este trabajo, asegura el experto, demuestra que existe una "división clara" entre los parásitos de distintos continentes.

Así, en las muestras de sangre tomadas en África, los científicos encontraron un mayor número de modificaciones en el genoma de los parásitos que en aquellas recopiladas en el Sudeste asiático y en Papúa Nueva Guinea.

África es además el continente en el que más está presente el Plasmodium, seguido de algunas zonas de Asia como la India, y en donde se contabiliza el 80 por ciento de las muertes por malaria en el mundo.

La mayor diversidad del genoma en África podría deberse, según Kwiatkowski, a que "las poblaciones contemporáneas delPlasmodium tienen orígenes antiguos y surgieron en este continente antes de que los humanos emigraran a otras zonas del planeta y el parásito se extendiera alrededor del mundo".

Al comparar todas las muestras entre sí, los científicos hallaron que en las de Camboya y Tailandia se dan más coincidencias genéticas entre ellas que con las muestras de otros países, y lo mismo sucede con las correspondientes a Mali y Burkina Faso.

Por el contrario, el menor número de mutaciones en el genoma del parásito se detectó en Papúa Nueva Guinea.

El Plasmodium es el parásito causante de la malaria que provoca más complicaciones y mayor número de muertes entre los humanos, y contra la que ya existe una vacuna en su fase final de desarrollo.

La agresividad de este parásito se debe a que afecta a poblaciones que habitan en países con bajo nivel de desarrollo y con estructuras sanitarias precarias y también a que su genoma tiene algunas características "poco frecuentes", detalla este experto en Genética de Patógenos.

Más de un tercio de la población mundial está en riesgo de contraer malaria, enfermedad que afecta anualmente a 216 millones de personas, de las cuales mata a 650 mil.

CADA SEGUNDO MUERE UN NIÑO POR MALARIA

"Es una tragedia monumental", dijo Ban Ki-moon desde Naciones Unidas. "No hay excusas para no intervenir". La inversión para combatir el paludismo es mínima. Este miércoles es el día mundial de la enfermedad

Más de 1.400 niños mueren cada día en el mundo a causa de la malaria, una enfermedad que transmite el mosquito Anopheles. Por eso Naciones Unidas califica la situación de "tragedia monumental": son vidas que se podrían salvar con el interés internacional.

El hecho de que la enfermedad incida sobre todo en menores se debe a que su sistema inmunológico está "más debilitado" respecto al de los adultos, que seguramente han sido picados varias veces por el mosquito que provoca la malaria, pero han establecido al final una inmunidad natural.

La malaria está causada por la infección del parásito Plasmodium, transmitida por el mosquito Anopheles. Los afectados por la enfermedad sufren una fiebre elevada e intensa y fuertes estremecimientos, como si tuvieran frío.

Para el desarrollo de la malaria son necesarias más de 50 picaduras anuales por el mosquito infectado, el cual inocula una cantidad de plasmodios que se reproducen en el hígado y los glóbulos rojos del sujeto parasitado.

De las aproximadamente 3.000 millones de personas que viven en algunos de los 103 países endémicos, 243 millones desarrollan anualmente paludismo sintomático, y de éstas, 860.000 morirán, el 80% de los niños del África Subsahariana.

En la víspera del Día Mundial contra la Malaria, el secretario general Ban Ki-moon consideró inaceptable la alta mortalidad a causa de esta enfermedad.
"Sigue siendo una tragedia monumental que cada segundo que pasa muera un niño a causa de la malaria, pero podemos ver cierta esperanza en las muchas vidas que se han salvado gracias a las intervenciones internacionales", señaló Ban en su mensaje.

El secretario general destacó que la prueba de que se puede hacer algo se ha dado en años precedentes. Desde el año 2000, las tasas de mortalidad por la malaria han caído más de un 25 % en todo el mundo y más de un 33 % en África. "Estos esfuerzos han salvado más de un millón de vidas, dijo Ban Ki-mon.

Para Naciones Unidas, el objetivo es llegar a "cero muertes por malaria" en 2017. Ban subrayó que "en este mundo de abundancia no hay excusas para intervenir e invertir de manera inteligente", porque un examen de diagnóstico rápido cuesta unos 50 centavos de dólar, los medicamentos contra la malaria en torno a un dólar y una mosquitera para varios niños con una duración de tres años unos cinco dólares.

El secretario general de la ONU hizo un llamamiento para cubrir la totalidad de la financiación de 3.200 millones de dólares necesaria para lograr y mantener una cobertura universal en África.

MANIPULACIÓN GENÉTICA DEL MOSQUITO PARA COMBATIR LA MALARIA

Investigación del Instituto Nacional de Salud Pública podría emplearse también en insectos transmisores de otras enfermedades
Fuente: Agencia Id
06 junio 2012
   
México.- Células accesorias del corazón (pericárdicas) de los mosquitos portadores de la malaria podrían jugar un papel clave para evitar la propagación de esta enfermedad entre los humanos, según reporta un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). La propuesta de los investigadores mexicanos consiste en llegar a manipular genéticamente al insecto a fin de que su propio organismo tenga mecanismos de defensa contra el patógeno y eviten su propagación.

La investigación se centró en identificar los mecanismos de defensa del insecto y los tejidos u órganos clave que puedan responder contra la presencia de microorganismos. El grupo de científicos del Departamento de Infección e Inmunidad, del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del INSP, liderados por el doctor Salvador Hernández Martínez, encontró que el parásito de la malaria antes de llegar a las glándulas salivales del insecto (requisito indispensable para ser transmitido al humano) pasa por su sistema circulatorio, y es en el corazón donde las llamadas células pericárdicas tienen capacidad de detener al patógeno.

“Las células pericárdicas del mosquito realizan funciones similares a las del riñón humano, filtrando sustancias tóxicas del sistema circulatorio y manteniendo su homeóstasis. Nosotros hemos encontrado que adicionalmente pueden detener y destruir microorganismos, convirtiéndose en un importante órgano inmune. Lo que analizamos son los mecanismos que puedan ayudar a las células pericárdicas a destruir el parásito de la malaria, y una vez que los encontremos trataremos de modificar al mosquito”, señaló Hernández Martínez.

A pesar de que esta investigación mexicana aún se encuentra en etapa básica, se espera que en el mediano plazo pueda tener aplicación para beneficiar a las poblaciones afectadas por la enfermedad.

El grupo de expertos del INSP es el primero en trabajar en la respuesta celular mediada por el corazón del mosquito vector de la malaria, y su intención es que el conocimiento generado a partir de este proyecto pueda aplicarse también en las modificaciones de otros insectos transmisores de padecimientos, como los mosquitos del dengue o las chinches con la enfermedad de Chagas.

Actualmente la malaria es una enfermedad que se encuentra en fase de pre-erradicación en México, debido a una adecuada estrategia de las autoridades (federales y locales) y la participación de la sociedad. Sin embargo, para control de los mosquitos se continúan empleando insecticidas que pueden afectar a otras especies, por lo que la opción propuesta por el INSP tiende a ser más amable con el equilibrio del ecosistema.

“Si eventualmente conseguimos que el mosquito sea incompatible con el parásito, entonces conviviríamos con insectos que nos seguirían picando, pero no nos enfermarían”, explicó Hernández Martínez.

ONG lleva a Gambia plantas de artemisa para combatir la malaria

Fuente http://www.lavanguardia.com
Gratis y fácil de cultivar. Una simple infusión de artemisa se "vende" como la receta más natural para combatir la malaria, enfermedad que causa en el mundo más de dos millones de muertes al año. Y esa materia prima se cultiva ya en Catalunya. De un invernadero de Balaguer han salido con destino a Gambia doscientas plantas de artemisa, especie milenaria originaria de China. La ONG que las ha replantado en ese país africano (Stop a la Malaria) defiende la iniciativa como la forma más rápida y directa para llevar ese remedio a las zonas donde no suelen llegar los medicamentos.

Un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) corrobora esa tesis, pues el drama es que muchos enfermos no tienen acceso a los tratamientos. Y ahí es donde cobra relevancia el proyecto de la ONG Africa, Stop Malaria. Uno de sus miembros, Iago Vázquez, se muestra convencido de que si Áfricase sembrara de plantaciones de artemisa, se ganaría una gran batalla en la lucha contra la malaria. Los profesionales de MSF atienden cada año a 1,3 millones de enfermos de malaria en África y han constatado la efectividad de la artemisina en terapias combinadas con derivados de esa planta.

Vázquez sostiene que son varios los estudios que ya avalan la eficacia de una simple infusión con hojas secas de esa planta como remedio para combatir la enfermedad. "Lo que pretendemos es ofrecer una alternativa al medicamento, que suele ser caro, no llega a todas las regiones y en muchas ocasiones es rechazado por la población", revela el portavoz de esta ONG.

El pasado mes de agosto salieron de un invernadero de Balaguer, propiedad de Josep Pàmies, doscientas plantas de artemisa que actualmente crecen en dos plantaciones en el sur y norte de Gambia. "Las plantas han soportado bien la época de lluvias y se han adaptado al nuevo clima. Ahora lo que hay que conseguir es extenderlas por el país para que los ciudadanos tengan a mano ese remedio natural", añade Iago Vázquez.

Josep Pàmies, miembro de la ONG Slow Action importó de Alemania las semillas de artemisa y las ha cultivado en su invernadero de Balaguer. Afirma que cada planta de artemisa puede multiplicarse por cien. "Este es un antibiótico natural, que además sale gratis", recalca Josep Pàmies, sin olvidar en ningún momento lo difícil que resulta llevar a cabo iniciativas como ésta "por el gran poder que tienen las empresas farmacéuticas a la hora de introducir en esos países sus medicamentos".

Iago Vázquez considera que dar la planta a esos habitantes de África es "ofrecerles una alternativa al medicamento que muchas veces no llega a tiempo". Además, se muestra convencido de que la mayoría de africanos interpretarán este remedio como uno más de la lista de sus medicinas obtenidas con hierbas. "Hay que tener presente que en esos países muchas personas todavía desconfían de la medicina occidental y resulta prácticamente imposible controlar si siguen los tratamientos con medicinas",añade. Josep Pàmies lo tiene también muy claro: "Si tienen la planta cerca de sus casas, tomarse una infusión cuando se detecten los primeros síntomas de la malaria no cuesta nada".

La ONG en la que colabora Pàmies está preparando también un viaje a Mali -buscan a un patrocinador- para llevar otra partida de las plantas cultivadas en el invernadero de Balaguer, después de haber cedido a sus colegas de 'Africa, Stop Malaria' las primeras que han salido de la Noguera y que ya crecen en Gambia.

Una vez comprobado que estas plantas pueden cultivarse en Catalunya -hay que simular un clima tropical- Josep Pàmies anuncia que el próximo 3 de octubre informará de ese éxito todas las entidades con proyectos en países pobres, que se espera acudan a la Fira Slow Lleida para hablar de alimentación y salud.