Fuente http://www.lavanguardia.com
Gratis y fácil de cultivar. Una simple infusión de artemisa se "vende" como la receta más natural para combatir la malaria, enfermedad que causa en el mundo más de dos millones de muertes al año. Y esa materia prima se cultiva ya en Catalunya. De un invernadero de Balaguer han salido con destino a Gambia doscientas plantas de artemisa, especie milenaria originaria de China. La ONG que las ha replantado en ese país africano (Stop a la Malaria) defiende la iniciativa como la forma más rápida y directa para llevar ese remedio a las zonas donde no suelen llegar los medicamentos.
Un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) corrobora esa tesis, pues el drama es que muchos enfermos no tienen acceso a los tratamientos. Y ahí es donde cobra relevancia el proyecto de la ONG Africa, Stop Malaria. Uno de sus miembros, Iago Vázquez, se muestra convencido de que si Áfricase sembrara de plantaciones de artemisa, se ganaría una gran batalla en la lucha contra la malaria. Los profesionales de MSF atienden cada año a 1,3 millones de enfermos de malaria en África y han constatado la efectividad de la artemisina en terapias combinadas con derivados de esa planta.
Vázquez sostiene que son varios los estudios que ya avalan la eficacia de una simple infusión con hojas secas de esa planta como remedio para combatir la enfermedad. "Lo que pretendemos es ofrecer una alternativa al medicamento, que suele ser caro, no llega a todas las regiones y en muchas ocasiones es rechazado por la población", revela el portavoz de esta ONG.
El pasado mes de agosto salieron de un invernadero de Balaguer, propiedad de Josep Pàmies, doscientas plantas de artemisa que actualmente crecen en dos plantaciones en el sur y norte de Gambia. "Las plantas han soportado bien la época de lluvias y se han adaptado al nuevo clima. Ahora lo que hay que conseguir es extenderlas por el país para que los ciudadanos tengan a mano ese remedio natural", añade Iago Vázquez.
Josep Pàmies, miembro de la ONG Slow Action importó de Alemania las semillas de artemisa y las ha cultivado en su invernadero de Balaguer. Afirma que cada planta de artemisa puede multiplicarse por cien. "Este es un antibiótico natural, que además sale gratis", recalca Josep Pàmies, sin olvidar en ningún momento lo difícil que resulta llevar a cabo iniciativas como ésta "por el gran poder que tienen las empresas farmacéuticas a la hora de introducir en esos países sus medicamentos".
Iago Vázquez considera que dar la planta a esos habitantes de África es "ofrecerles una alternativa al medicamento que muchas veces no llega a tiempo". Además, se muestra convencido de que la mayoría de africanos interpretarán este remedio como uno más de la lista de sus medicinas obtenidas con hierbas. "Hay que tener presente que en esos países muchas personas todavía desconfían de la medicina occidental y resulta prácticamente imposible controlar si siguen los tratamientos con medicinas",añade. Josep Pàmies lo tiene también muy claro: "Si tienen la planta cerca de sus casas, tomarse una infusión cuando se detecten los primeros síntomas de la malaria no cuesta nada".
La ONG en la que colabora Pàmies está preparando también un viaje a Mali -buscan a un patrocinador- para llevar otra partida de las plantas cultivadas en el invernadero de Balaguer, después de haber cedido a sus colegas de 'Africa, Stop Malaria' las primeras que han salido de la Noguera y que ya crecen en Gambia.
Una vez comprobado que estas plantas pueden cultivarse en Catalunya -hay que simular un clima tropical- Josep Pàmies anuncia que el próximo 3 de octubre informará de ese éxito todas las entidades con proyectos en países pobres, que se espera acudan a la Fira Slow Lleida para hablar de alimentación y salud.