(CNN) — Los médicos han soñado por décadas con una vacuna contra la malaria, una enfermedad que afecta a más de 200 millones de personas cada año. Pero un nuevo estudio advierte sobre un riesgo potencial: una vacuna contra la malaria podría dar lugar a un parásito aún más peligroso.
El artículo fue publicado esta semana en la revista PLOS. Los investigadores que trabajan con la vacuna candidata principal inmediatamente lo cuestionaron, diciendo que no han visto ninguna señal de cambios peligrosos como resultado de su trabajo.
El estudio fue realizado en ratones. Los investigadores monitorearon el parásito de la malaria a través de varias generaciones, comparando los parásitos en los ratones que habían sido vacunados contra la malaria con ratones que no habían sido vacunados. En el primer grupo, nuevas infecciones de malaria causaron enfermedades más graves, según el conteo de glóbulos rojos.
Vicki Barclay, la autora principal del estudio, dijo que muestra la necesidad de seguir el impacto a largo plazo de cualquier vacuna contra la malaria, especialmente porque ninguna de ellas ofrecerá una protección completa, y la enfermedad continuará expandiéndose, aunque a un ritmo más lento. El temor es que la malaria podría llegar a ser más letal, a medida que continúa contagiando a más personas.
El parásito de la malaria es un enemigo difícil debido a su complejo ciclo de vida y a su variedad natural. Después de desarrollarse en un mosquito hembra y ser transmitido a un humano, el parásito primero se alberga en el hígado, donde se multiplica y luego emerge en una forma diferente, atacando a los glóbulos rojos. Hay cinco especies diferentes de malaria que pueden transmitirse a los humanos, cada tipo tiene una variedad incalculable de cepas variantes, todas compitiendo para sobrevivir.
Como lo explica Barclay, una vacuna contra la malaria podría esencialmente acabar con las cepas menos virulentas, permitiendo que cepas más peligrosas florezcan.
Pero otros expertos cuestionan si los descubrimientos se interpretan fuera del laboratorio. Ashley Birkett, director de Investigación y Desarrollo en la Iniciativa de la Vacuna contra la Malaria, dijo que su equipo rastrea la virulencia de los parásitos de la malaria como parte de un gran examen clínico que prueba una vacuna conocida como RTS,S. Y Birkett dijo: “no hemos visto ninguna evidencia de este tipo de efecto”.
Otro científico, un importante investigador de malaria en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, dijo que un vistazo a la evolución natural de la malaria es tranquilizador. El médico John Barnwell dice que las personas en países plagados de malaria tienden a estar expuestos y desarrollar inmunidad a una edad temprana. Pero debido a que hay muchas cepas, la inmunidad nunca es perfecta; así como la protección de una vacuna no es perfecta. Y, sin embargo, dice Barnwell, la malaria no ha evolucionado para ser cada vez más virulenta.
“Este [estudio] es una forma artificial de hacerlo, pero imita la manera en que evoluciona en el mundo real”, dice Barnwell.
RTS,S es la única vacuna contra la malaria en alcanzar el punto de pruebas extendidas. Según los resultados publicados a finales del año pasado, en un grupo de 6,000 niños, la RTS,S, redujo el número de nuevos casos de malaria a la mitad. Birkett dice que resultados adicionales deben ser publicados este año, y espera que la vacuna pueda estar ampliamente disponible para 2015.
La RTS,S es diferente del antígeno AMA-1 utilizado en la investigación de Barclay en que ataca a los parásitos de la malaria en el hígado, en lugar de atacar mientras circulan en la sangre. Otras vacunas experimentales, en las primeras etapas de la prueba, están basadas en el antígeno AMA-1.
Barclay está de acuerdo en que su trabajo es muy preliminar. “El mensaje desde este punto es proceder en todos los frentes con el desarrollo de una vacuna segura y efectiva”